Un traje o un paño, una camisa o una falda... Todas las prendas merecen ser tratadas por lo que son. Todas ellas tienen formas y telas distintas, así que deberán ser planchadas de manera distinta.
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Chaquetas de traje
Empiece por planchar el forro, luego la parte del cuello, la cintura y los bolsillos (además de los encajes y volantes). A continuación pase a las mangas y por último planche las partes trasera y delantera de la chaqueta.
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Camisas
Empiece por el cuello (estire suavemente para alisarlo y utilice la punta de la plancha para evitar la formación de arrugas). En seguida planche el canesú, dispuesto cuidadosamente sobre la punta de la tabla de planchar. Luego los puños y las mangas y por fin la partes trasera y delantera. Los pliegues deben ser planchados por el reverso para evitar aplastarlos.
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Faldas
Empiece por planchar el forro. En seguida la cintura del reverso y por último todo lo que queda.
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Pantalones
Planche los bolsillos y las pretinas del revés. Darle la vuelta, alinear las costuras internas y planchar primero una pierna y luego otra. Cubrirlas con un paño de algodón para evitar brillos.
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Cortinas
Empiece por planchar la parte superior. Si no tiene nadie para ayudarle, coloque la parte ya planchada sobre una o más sillas y vaya moviendo las sillas poco a poco a medida que vaya avanzando. Antes del planchado, coloque una escalera cerca de la ventana a la cual pertenece la cortina para que cuando acabe, pueda colgarla rápidamente antes de que se arrugue de nuevo.
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Manteles
Planchar los extremos y bordados del reverso. Doblar por la mitad y plancharlo de ambos lados, volver a doblarlo y repetir el mismo procedimiento teniendo el cuidado de no pasar la plancha por los pliegues. Vuelva a abrir el mantel y poco a poco, vaya planchando y girándolo en la tabla de planchar para luego doblarlo por la mitad y plegar los extremos, hasta que estos se encuentren en el medio y formen un gran rectángulo. Por fin pliegue el mantel como lo desee para obtener una forma cuadrada o rectangular ordenada.
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Bordados
Pulverizar con un producto de almidón y luego fijar la tela con alfileres a la tabla de planchar con la parte anterior hacia abajo. Colocar los alfileres en intervalos regulares para mantener la forma original. Planchar cuando la tela esté todavía bastante húmeda. Si le parece necesario, planchar otra vez los extremos después de retirar los alfileres.